Capitulo 10
En esto que llegan al lugar y en vez de encontrarse con Lucio, se encontraron con los italianos. Tanto ellos como los italianos se quedaron bastantes sorprendidos ya que ninguno esperaba a nadie de los que estaban allí.
Don Simón y Noche seguían en el prado, estuvieron hablando mucho tiempo hasta que decidieron que ya era hora de volver para que sus dueños no se preocuparan.
De camino a la cuadra de Noche, Don Simón la acompaño, vieron que Tinto, Abelino y Antoñin estaban en problemas, y quisieron ir a ayudarles pero se les interpuso Lucio y agarro a Noche de las crines y se la llevó, Don Simón muy preocupado empezó a perseguirlos, pero Lucio se metió en un callejón con Noche y le perdió, entonces decidió ir a ayudar a los otros para que luego le ayudaran a recuperar a Noche.
Cuando se disponía a alcanzarlos una cuerda se le engancho en el cuello y otra en una pata trasera, y se calló al suelo.
Los italianos empezaron a atarle para luego llevárselo, pero lo que no sabían es que Escojoncia lo había visto todo, y se fue a desatarlos y a avisar de que se querían llevar a Don Simón y de que también habían capturado a Noche.
Cuando se hubieron desatado se fueron corriendo hasta el lugar donde Escojoncia los dijo, pero no encontraron nada, solo una forma en la arena que indicaba que allí había estado tumbado un caballo.
Los dos hombres lloraban desconsoladamente por la perdida de sus caballos, y entonces decidieron llamar al policía Multilla de que les habían robado a sus caballos.
El policía por no ser tonto no era nada y dijo que el los había robado. Cuando lo dijo todos se echaron a reír y se dieron cuenta de que con su ayuda no iban a hacer nada.
Los italianos habían conseguido además de a Don Simón a Noche y se dieron cuenta de que si se juntaban a lo mejor conseguían que saliera otro caballo que hablase.
Lucio no se había quedado contento porque no había conseguido vengarse.
Don Simón y Noche seguían en el prado, estuvieron hablando mucho tiempo hasta que decidieron que ya era hora de volver para que sus dueños no se preocuparan.
De camino a la cuadra de Noche, Don Simón la acompaño, vieron que Tinto, Abelino y Antoñin estaban en problemas, y quisieron ir a ayudarles pero se les interpuso Lucio y agarro a Noche de las crines y se la llevó, Don Simón muy preocupado empezó a perseguirlos, pero Lucio se metió en un callejón con Noche y le perdió, entonces decidió ir a ayudar a los otros para que luego le ayudaran a recuperar a Noche.
Cuando se disponía a alcanzarlos una cuerda se le engancho en el cuello y otra en una pata trasera, y se calló al suelo.
Los italianos empezaron a atarle para luego llevárselo, pero lo que no sabían es que Escojoncia lo había visto todo, y se fue a desatarlos y a avisar de que se querían llevar a Don Simón y de que también habían capturado a Noche.
Cuando se hubieron desatado se fueron corriendo hasta el lugar donde Escojoncia los dijo, pero no encontraron nada, solo una forma en la arena que indicaba que allí había estado tumbado un caballo.
Los dos hombres lloraban desconsoladamente por la perdida de sus caballos, y entonces decidieron llamar al policía Multilla de que les habían robado a sus caballos.
El policía por no ser tonto no era nada y dijo que el los había robado. Cuando lo dijo todos se echaron a reír y se dieron cuenta de que con su ayuda no iban a hacer nada.
Los italianos habían conseguido además de a Don Simón a Noche y se dieron cuenta de que si se juntaban a lo mejor conseguían que saliera otro caballo que hablase.
Lucio no se había quedado contento porque no había conseguido vengarse.
Escrito por Irene. Le toca escribir a Patricia.
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