jueves, 6 de marzo de 2008
viernes, 29 de febrero de 2008
Capítulo 14
Como Escojoncia había dicho eso, Tinto no sabia como racionar, y se fue antes a su casa.
Antoñin seguía en la cárcel ya que como su hijo seguía un poco borracho, nadie le creía su versión.
Antoñin seguía diciéndoles a los policías que no lo había maltratado que solo lo había entrado en su casa para que durmiese.
Tinto seguía sin dar crédito a lo que había oído, no se atrevía a salir de casa porque le daba miedo encontrarse con Escojoncia. En cambio Escojoncia estaba deseando encontrarse con Tinto para que la dijese todo lo que pensaba.
Habían pasado ya dos semanas desde que ella se lo dijo, pero no le veía por ninguna parte, y empezo a preocuparse.
Abelino segia a lo sullo, ya que nada ni nadie del pueblo le preocupaba. Iba pensando en que haría se le tocase otra vez la loteria ya que había comprado 20 voletos diferentes . pero come no salia hasta dentro de dos dias pues se pasaba las horas en el sillon de su casa espereando a que pasase el dia.
Antoñin seguia en la carcél y estaba preocupado por su hiji y por su caballo ya que hacía dos noches que no llos veía. En cambio su hijo había vuelto a emborracharse y se había olvidado de su padre por completo.
Tinto porfin decidio que ya era ora de salir y afrontar la verdad. Cuando salio lo primero que vió fua a Escojoncia a si que decidió volverse a esconder, pero no le dio tiempo porque cuando se quiso dar cuenta ya le tenia delante de él.
Estubieron hablando durante mucho tiempo y luego em pezaron a discutir sobre porqué él se había quedado tanto tiempo encerrado.
miércoles, 27 de febrero de 2008
Cuando iba de camino a su casa,se encontró con una niña.Antonín al verla sola a las once de la noche le preguntó.
-¿Oye,bonita,qué haces sola?
A lo que la niña preguntó:
-¿Y tú,qué haces solo y preguntándome?
Éste,perplejo,se calló y siguió su camino.Al pasar por el parque divisó a lo lejos una mancha negra.Al acercarse se dio cuenta que era su hijo mayor.Al verle le preguntó qué hacía allí y éste no le contestó porque estaba borracho.Le metió para adentro y le acostó.
Al día siguiente el hijo le contó todo lo ocurrido al padre,y éste como era de esperar le empezó a insultar.La vecina al oir ésto llamó a la policía.Cuando llegó detuvieron a Antonín por maltratar a su hijo.Antonín negó todo,al igual que el hijo.
Mientras tanto,en la iglesia,Escojoncia estaba limpiando el altar y Tinto estaba rezando en la capilla.Al terminar,se pasó por la iglesia y se encontró a Escojoncia.Enpezaron a hablar,y claro unas cosas llevan a otras y Escojoncia le dijo te quiero.Al oir esto,Escojoncia rectificó y dijo:
-Quiero al señor,por eso soy monja.
Al mediodía ocurrió una cosa inesperada.
ESCRITO POR PATRICIA.LE TOCA A IRENE.
domingo, 24 de febrero de 2008
Y en vista de que no lograban ponerse de acuerdo, los policías decidieron llevar a todos a la comisaría.
Las voces cada vez eran más fuertes. Todos hablaban a la vez, y cuando les pusieron las esposas para meterles en el calabozo, en medio de tanto griterío habló Don Simón. El comisario, al oirlo, salió despavorido, y la gente que estaba en la puerta curioseando, entró para ver a los caballos.
Aprovechando la aglomeración de gente, Rocco y Salvatore se hicieron una seña y en un descuido de la policía consiguieron salir de allí.
La policía una vez que consiguió echar a toda esa gente, y dándose cuenta de que los otros se habían marchado dejó a nuestros amigos en libertad.
¡Menudo día! ¡Y nos lo queríamos perder! decía Don Simón a Noche.
Era bien entrada la noche, la luna brillaba en lo alto. El largo paseo les hizo relajarse. El camino de vuelta a casa les parecía maravilloso después de todos los nervios que habían pasado.
De vuelta a Villaescusa de Palosito, encontraron a Escojoncia, que preocupada por la tardanza de Tinto, había decidido ir a buscarle.
La alegría fue inmensa, y después de los abrazos empezaron a narrarle lo ocurrido.
Escojoncia se fascinó y regresaron hacia el pueblo con ella.
Lucio, al ver que Rocco y Salvatore se fueron, decidió volver al pueblo y buscar a otras personas con las que ganar dinero.
Antonín, dejó a Escojoncia y a Tinto en el convento y después de darle las buenas noches se dirigió hacia su casa.
ESCRITO POR MARCOS. LE TOCA ESCRIBIR A PATRICIA
jueves, 21 de febrero de 2008
Los italianos, orgullosos de su robo,volvieron a su escondite y allí planearon un plan.Éste consistía en ir a otro pueblo con los caballos robados y ganar dinero co lo que volver a su país.Desde un principio decidieron aparear a Noche y a Don Simón , pero, al final decidieron que era mejor no hacerlo.
Al día siguiente recogieron todo y se marcharon al pueblo de al lado.Como no podían meter a los caballos en el coche decidieron montar en ellos; al montarse Luigi en Don Simón le hizo una pequeña herida e soltó un poco de sangre.
Los dueños estaban tan preocupados que decidieron ir a la zona del robo por enésima vez.Al no encontrar nada decidieron ir a la plaza y allí encontraron el rastro de sangre.Abelino reconoció enseguida la sangre de su caballo, ya que hace poco le sacaron sangre.Esa sangre seguía hasta el camino de Barro y a mitad de éste se cortó.Éste camino sólo indicaba para una dirección,el pueblo de al lado conocido como Sotanillo de los cuatro vientos.
Decidieron ir a éste pueblo a ver que encontraban.Al cabo de media hora llegaron al pueblo y, ambos se asmbraron por la característica de este pueblo;todas las personas lllevaban el pelo para arriba y esto es debido a que el viento sopla en todas direcciones.
Divisaron desde lo lejos a dos caballos y fueron corriendo, pero no eran.Al cabo de diez minutos pasaron por la plaza del pueblo dos hombres italianos con dos caballos,Abelino y Tinto los divisaron y fueron corrindo y efectivamenta eran Noche y Don Simón.Se empezaron a pegar y, por el escándalo vino la policía y los detuvieron.Al cabo de dos horas....
Escrito por Patricia.Le toca a Marcos.
viernes, 15 de febrero de 2008
Capitulo 10
Don Simón y Noche seguían en el prado, estuvieron hablando mucho tiempo hasta que decidieron que ya era hora de volver para que sus dueños no se preocuparan.
De camino a la cuadra de Noche, Don Simón la acompaño, vieron que Tinto, Abelino y Antoñin estaban en problemas, y quisieron ir a ayudarles pero se les interpuso Lucio y agarro a Noche de las crines y se la llevó, Don Simón muy preocupado empezó a perseguirlos, pero Lucio se metió en un callejón con Noche y le perdió, entonces decidió ir a ayudar a los otros para que luego le ayudaran a recuperar a Noche.
Cuando se disponía a alcanzarlos una cuerda se le engancho en el cuello y otra en una pata trasera, y se calló al suelo.
Los italianos empezaron a atarle para luego llevárselo, pero lo que no sabían es que Escojoncia lo había visto todo, y se fue a desatarlos y a avisar de que se querían llevar a Don Simón y de que también habían capturado a Noche.
Cuando se hubieron desatado se fueron corriendo hasta el lugar donde Escojoncia los dijo, pero no encontraron nada, solo una forma en la arena que indicaba que allí había estado tumbado un caballo.
Los dos hombres lloraban desconsoladamente por la perdida de sus caballos, y entonces decidieron llamar al policía Multilla de que les habían robado a sus caballos.
El policía por no ser tonto no era nada y dijo que el los había robado. Cuando lo dijo todos se echaron a reír y se dieron cuenta de que con su ayuda no iban a hacer nada.
Los italianos habían conseguido además de a Don Simón a Noche y se dieron cuenta de que si se juntaban a lo mejor conseguían que saliera otro caballo que hablase.
Lucio no se había quedado contento porque no había conseguido vengarse.
Escrito por Irene. Le toca escribir a Patricia.
miércoles, 13 de febrero de 2008
Se hacía de noche. Antoñín y Tinto continuaban su búsqueda. Cada vez se iban poniendo más nerviosos porque sus respectivos caballos no aparecían. Lo bueno de esto - pensaba Tinto - , era la oportunidad que estaba teniendo de hablar con Antoñín, ya que éste no frecuentaba para nada la iglesia, y así poder compartir con él opiniones en su animada conversación. Igual le pasaba a Antoñín; estaba descubriendo en Tinto unas cualidades que hasta entonces no había sido capaz de ver, ya que tenía formada una idea de él bastante diferente de cómo realmente era.
Lucio, una vez decidido a unirse a Rocco y Salvatore llama a Abelino concertando una cita con él. Quiere pedirle perdón por el mal causado. Esto extraña un tanto a Abelino, pues realmente quien no le ayuda para nada es él, y debería ser él en todo caso quien le pidiera perdón y no al contrario. No obstante, aunque un poco receloso, decide ir.
Pensando en todo lo ocurrido y en lo que le diría a Lucio, caminaba Abelino.
- Buenas noches, Padre. - Buenas tardes Antoñín. Raro verles a estas horas por aquí, y juntos.... dijo Abelino.
-Buenas noches, Abelino, dijeron al unísono. Pues sí, je je.. Las cosas del destino.... Nuestros caballos desaparecen, y nosotros nos unimos... Y tú ¿Dónde vas?
-Pues ya ve Padre, como Vd. bien dice, las cosas del destino... toda la vida sin hablar con Lucio, y ahora, de buenas a primeras, me llama y me pide perdón por todo el mal que le he hecho. ¡ésta sí que es buena!
Tinto, como buen cura, se alegró de escuchar esto. Por tanto, decidió dar un poquito de tiempo a los caballos y acompañar a Abelino a su cita con Lucio.
Rocco, Lucio y Salvatore esperaban ansiosos la llegada de Abelino, pero cuando le vieron llegar acompañado.....
ESCRITO POR MARCOS.LE TOCA ESCRIBIR A IRENE