jueves, 6 de marzo de 2008

CAPITULO 15


Lucio que estaba tumbado a la sombra de un árbol, decidió ir a burlarse de Antoñin a la carcel.

Pasó media hora y estaba justo delante del convento, cuando vio aparecer a Tinto que salía a toda prisa por la puerta. Escojoncia iba detrás. Al ver esto decidio preguntarles lo que hacian. Escojoncia convenció a Tinto para que volviese al convento.

Lucio,viendo tanto movimiento, no quiso perderse lo que ocurria; así pues, tambien entró, pero viendo como andaba el patio, decidió marcharse.

A la hora llego a la comisaria y allí se encontraba Abelino. Lucio le pregunto lo que hacia allí y le dijo que iba a pagar para sacar a Antoñin de la carcel.
Lucio se extraño al oir eso ya que no daba ni un duro a nadie. Antoñin salio y él y Abelino volvieron al pueblo.
Por el camino se encontraron una casa abandonada, estos decidieron entrar ya que no tenían otra cosa que hacer. Al entrar solo había una leve luz que parecia salir de una vela. Abelino fue a por ella, pero al tocarla, se abrio una trampilla en el suelo y cayeron a un piso inferior, donde había un laboratorio. En el suelo había liquidos y un humo rojo que cubría la habitación.
Había varias puertas, Abelino abrió una, el cuerpo de un hombre muerto calló al suelo. Se empezaron a oir ruidos, Antoñín asustado, abrió otra puerta en la que habia una silla y una bañera. Los ruidos eran mas fuertes, empezaron a sonar tambores. Se´escuchó el chirrido de la puerta que quedaba cerrada, los dos hombres la miraron con temor y entonces apareció lo inesperado. Una banda de música salió de aquella puerta. Estaban ensayando para la Semana Santa que se aproximaba.
ESCRITO POR MARCOS. LE TOCA A IRENE.

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