miércoles, 30 de enero de 2008

capítulo 5



La tarde estaba animada. Realmente, los protagonistas de la pelea habían desaparecido como por arte de magia, dejando en la calle un magnífico espectáculo.



Don Simón lucía mejor que nunca, animado por tantos niños que cariñosamente le hablaban y a los que él respondía (dejanto boquiabiertos a todas las personas que abarrotaban la plaza).


Antoñín después de todo lo sucedido, se encontraba feliz; su caballo era la admiración de todas las gentes del pueblo y de los alrededores, que sin esperarlo, se habían visto sorprendidos por tan maravillosa actuación.



Pero como suele ocurrir, las cosas que sirven de admiración para muchos, son también causa de envidia; y pronto, lo que para Antoñín había sido sentimiento de orgullo iba a ser motivo de preocupación.



Salvatore y Rocco eran dos italianos de paso. De camino a Siracusa, pasaron por Villaescusa de Palosito (el pueblo que nos ocupa), y se encontraron sin buscarlo, con todo esto.



Ambos quedaron tan sorprendidos al ver a don Simón realizar tales prodigios, que pronto tramaron un plan para secuestralo.

Cuanto más hablaban del asunto, más encantados estaban con su nuevo plan. Lo llevarían a Italia. Allí hablarían con Stromboli, el cual les facilitaría el camino a seguir. Eso les costaría unos cuantos euros, pero esto no era nada si consideramos la fortuna que pensaban obtener a costa de nuestro querido Don simón.

- daremos tiempo a que se retire cada uno a su casa - decía Rocco a Salvatore - . Después seguiremos al dueño del caballo y cuando lo deje descansando, aprovechamos y nos lo llevamos. Pero debemos tener preparado un camión para transportarlo....


Tinto seguía dentro de la iglesia. Su malhumor se iba pasando poco a poco.


Escojoncia seguía a su lado. Aunque le dolía la falta de cariño con que a veces le trataba, su amor por él era mucho más fuerte y lo olvidaba con facilidad.


Se estaba haciendo de noche, y lo mejor sin duda, era terminar la tarea del día que a causa de tantos incidentes no se habían podido realizar; así se lo comentó a Tinto, que no dudó en aceptar.

ESCRITO POR MARCOS. LE TOCA ESCRIBIR A IRENE

jueves, 24 de enero de 2008


CAPÍTULO 4





Cuando Tinto salió con la factura Abelino se sorprendió.Tinto se la dio y claro Abelino como tenía tanto dinero pues no le causo ningún problema.El dinero que tenía que pagar era:


Rotura:100$ Comprar vidriera:150$ Molestias:30$ IVA:6,08$


Al ver Abelino ésto se quedó con la boca abierta,era rico pero el dinero era dinero;a si que dijo a Tinto que no lo iba a pagar.Éste al oír esto se enfadó y empezó a insultar a Abelino,claro éste para no ser menos le empezó a insultar,y unas cosas llevan a otras y se empezaron a sacudir.De repente una niña llamada Carlota vio la pelea y se acercó.Los hombres se dieron cuenta y dejaron de pegarse.Carlota les preguntó por qué se estaban pegándose y estos respondieron la verdad.La niña se fue corriendo a su casa y rompió una ventana y la madre la regañó.Ésta al ver que la regañaba empezó a pegarla.La madre dijo quién le había enseñado a pegar y ésta respondió que había visto al cura y un hombre.La madre se lo contó a las vecinas y decidieron hacer una manifestación en frente de la iglesia.


Al día siguiente a primera hora de la mañana Tinto vio a un grupo de personas frente a la iglesia.Salió haber lo que pasaba, pero no fue necesario porque nada más salir le empezaron a insultar y éste leyó lo que ponía en las pancartas.


Escojoncia al ver ésto salió a defender a su amado,pero este la empujó y ella se metió dentro para llorar.Ella hacía todo lo posible para que Tinto se fijara en ella pero no obtenía ningún resultado,a si que decidió hacer una cosa.


Antonín, que era muy listo aprovechando la multitud de gente fue a por su caballo e hizo una actuación.Los hombres y mujeres no le miraban mas los niños sí.No ganó nada de dinero pero el caballo estaba encantado porque todos los niños le acariciaban.


Mientras tanto Lucio estaba en la taberna jugando al mus con unos amigos.A Lucio éste juego no le llamaba mucho la atención pero sólo jugaba para ganar dinero.Un día ganó 105$ y otro día 50$.Mientras jugaban al mus estaban hablando de sus cosas y claro siempre que hablan discuten por cualquier cosa.Cuando terminó la partida Lucio se quedó en la taberna bebiendo hasta las tantas.



Escrito por Patricia.Le toca a Marcos.

lunes, 21 de enero de 2008

capitulo 3

Estaba Tinto en la iglesia pensando en sus cosas, cuando sonó un ruido. En ese momento, se presentó Escojoncia con una mujer montada en un carro. Tinto llegó y le preguntó a Escojoncia que quien era dicha señora, a lo que Escojoncia respondió que era la mujer de un tal Abelino, y que venía con ella debido a que su marido no había acudido a la cita prevista para acudir a ver el espectáculo que iba a ofrecer don Simón en la feria del pueblo. Ambos se saludaron y Escojoncia le dió las órdenes oportunas para llegar al recinto donde estaría Don Simón.


Por otra parte, Abelino volvió a su casa, y viendo que su mujer no estaba, se preocupó y salió a buscarla. Cuando iba por la calle se encontró con Lucio y le pregunto que si la había visto. Éste no respondió,pero cuando cruzó la esquina, Lucio le persiguió. Abelino, llegó a la casa de Antoñín y le preguntó lo mismo. Antoñin le respondió que hacía un rato había pasado un carro con una monja y una señora. Abelino quiso saber la dirección que habían tomado y Antoñín se la proporcionó.

Después de marcharse Avelino, llegó Lucio a la casa de Antoñin y robándole su caballo, siguió a Abelino.Al pasar Abelino frente a la iglesia, Lucio se tiró desde el caballo encima de él y se pelearon. Al oir el escándalo, salió Tinto, y sin pensarlo dos veces, ,les separó. Al preguntar Abelino por su mujer, Tinto le dijo que estaba dentro de la iglesia. Abelino quiso entrar, pero Lucio se puso por medio. Salió la mujer de Abelino y enfadada por el plantón que le acababa de dar, le dijo que no la volveria a ver porque había decidido quedarse allí para siempre.

Abelino se deprimió, pero al oír esto Tinto (que le gustaban tanto las mujeres ), se alegró mucho.


Antoñin se decidió marcharse al pueblo de al lado, pero al ir a recoger a su caballo Don simón vió que éste no estaba. Lllamó a sus hijos y les preguntó que si le habían visto, pero los niños dijeron que no.

Antoñin se dirigió hacia la iglesia y por el camino se encontró a un drogadicto que se estaba tragando unas pastillas y cantando una canción . Antoñin le pidió ayuda , pero éste lo único que hizo fue ofrecerle lo que estaba tomando. Antoñin no las aceptó .

Antoñin se fue con el drogadicto, hablando amablemente, pero al preguntarle su nombre, salió corriendo y se subió en el caballo Don Simón que estaba frente a la iglesia.

Abelino y Lucio al ver que se marchaba con el caballo, comenzaron a tirarle piedras. Éste les tiraba pastillas. Tinto recogió las pastillas y se metió en la iglesia como si no hubiera pasado nada y cerró la puerta. Los otros cuatro se quedaron peleando fuera.


Primero fueron a por el drogadicto, el cual cayó al suelo porque le mataron las pastillas aunque también se llevó algún que otro pedrazo en la cabeza. Luego fueron a por Lucio porque Antoñin pensó que si ayudaba a Abelino a quitárselo de encima le daba dinero ( ya que presumía de ser el mas rico del pueblo).

Abelino intentó abrir la puerta pero no pudo, así que cogió al drogadicto que estaba muerto, le cogió las pastillas e intentó negociar con Tinto con ellas. Tinto dijo que se las diera, pero Abelino lo que hizo fue atarlas a una piedra y tirarla a las cristaleras; de esta manera Abelino conseguiría irritar a Tinto; pero se equivocó, porque abrió la puerta y salio con la factura de lo que tenia que pagar por haber roto el cristal.

ESCRITO POR MARCOS LE TOCA ESCRIBIR A PATRICIA



sábado, 19 de enero de 2008

Capitulo 2

En esto que Antoñín decidió crear un espectáculo con Don Simón e iba diciendo:

- ¡Pasen y vean! ¡Pasen y vean a mi caballo que os va a contar una historia!¡No se asusten, no corran, no tiene tuco!

Toda la gente se acercaba aunque solo por curiosidad de ver algo que nadie se hubiese imaginado que pudiese pasar en un pueblo como el suyo.

Escojoncia que era muy cotilla se acerco a ver porque había tanto alboroto pero cuando llegó no pudo ver nada ya que todos eran muy altos y ella era bastante bajita. También estaba allí el cura Tinto n lo que Escojoncia aprovecho para acercarse a él y ponerse a su lado, entre unas cosas y otras acabaron hablando y yendo se juntos hasta la iglesia.
Cuando termino la función Antoñín había recogido más dinero de lo que el se esperaba, y le dio un descanso a su caballo.
Mientras tanto Abelino salio a dar una vuelta y se encontró con Lucio, claro que como Lucio y Abelino no eran los mejores amigos pues se empezaron a decir:

- Oye, ¿hoy me traerás los cinco céntimos de todos los meses?- pregunto con sarcasmo.
- Si claro solo me faltaba a mi darte mi dinero- respondió él con aire relajado.
- Claro, claro, como esta semana no has ganado nada, ni has conseguido que no te pida todo el mundo pues estas enfadaron-dijo Lucio en tono de burla.
- Ya, ya por lo menos a mi no me han puesto un nombre tan ridículo – respondió Abelino marchándose sin hacer caso a los insultos de Lucio.

Antoñín llamo a sus hijos y los contó lo que había pasado con el caballo que le habían regalado, para sorpresa suya sus hijos ya lo sabían y por eso se lo habían enviado.

Escojoncia se fue con Tinto hasta la iglesia y allí ella se fue a comprar pero antes él la dijo:
- Oye espero que no te quedes allí mucho tiempo – la dijo Tinto
- Note preocupes que no tengo que comprar mucha comida, y sino que el resto lo compre otra, para que yo pueda estar aquí antes para que podamos seguir hablando.

Después de despedirse él se metió dentro y siguió pensando en que era muy guapo y que siempre atraía a todas la mujeres que había en el pueblo y si venia alguna visita también se la ligaba, y así era como él pasaba los ratos que no tenía nada que hacer.

ESCRITO POR IRENE.
LE TOCA A MARCOS

lunes, 14 de enero de 2008

En un pueblo (vete a saber cual) vive una gente muy simpática y agradable.En este pueblo hay gente de todo tipo: pobres,ricos,niños,padres,monjas,animales,etc....Claro y para no ser menos tienen un cura,éste se llama Tinto y habita en una iglesia un poco destrozada.En la iglesia también habitan monjas.La monja más buena y religiosa es Escojoncia.Ésta es más fea que un mono;a parte de eso tiene dos secretos,uno es que nunca se depila y el otro es que está enamorada del cura Tinto.Como he dicho hay más habitantes en el pueblo.Hay un pobre llamado Lucio,es tan pobre porque se gastó todo su dinero en el casino del pueblo de al lado.Hay un rico llamado Abelino,todo su dinero procede de la herencia de su abuelo.También hay un padre llamado Antonín,tiene dos hijas en California y un hijo en Barcelona.Éste hombre para no quedarse solo se compro un caballo y le puso de nombre Don Simón ya que un día se le encontró bebiendo zumo DON SIMÓN en la cocina.Al cabo de unas cuantas semanas el caballo le habló y él,como es de esperar,se quedó pasmado.Este hombre se dedica a la agricultura y al ganado y de vez en cuando se va a jugar al casino de al lado.En este pueblo aunque convivan todos juntos hay clases sociales y a veces los más ricos dan dinero a los más necesitado,pero en el caso de Abelino es diferente.Él es tan egoísta que no da ni cinco céntimos al más necesitado,por lo que deduciréis que él y Lucio se llevan como el perro y el gato.La iglesia de ese pueblo está apartada de él.El cura Tinto a pesar de ser cura es un mujeriego,todas las tardes se va al mercado para ver a las mujeres maduritas y charlar con ellas,porque según él a todas las atrae con su belleza y dulzura.La monja Escojoncia entró en la iglesia hace 15 años y desde ese tiempo está enamorado del cura Tinto,pero él no se fija en ella.



Escrito por Patricia.Le toca a Irene.

jueves, 10 de enero de 2008

Esto es un trabajo de informática realizado por Patricia,Marcos e Irene.Los personajes de esta historia son:


Rico: Abelino
Pobre: Lucio
Monja: Escojoncia
Padre: Antonín
Caballo: Don Simón
Cura: Tinto

los componentes del grupo somos Patricia, Irene y Marcos

Escrito por Marcos

LE TOCA ESCRIBIR A PATRICIA